Los cambios hormonales en los periodos menstruales o durante el embarazo afectan al funcionamiento del sistema digestivo.
Los problemas intestinales tienen nombre de mujer. Pero, ¿cuáles son los motivos por los que el género femenino es el principal afectado? Uno de los factores responsables de este síntoma son los cambios hormonales, según un artículo científico publicado en la revista de la Sociedad Valenciana de Patología Digestiva. Hay periodos femeninos como la menstruación o el embarazo que pueden dificultar el correcto funcionamiento del sistema digestivo.
Los cambios cíclicos propios de la menstruación afectan a cada mujer de forma diferente. En algunos casos, las hormonas relajan los músculos del colon, lo que da lugar a que el intestino no tenga la fuerza necesaria para realizar los movimientos que favorecen la evacuación. Este problema suele aparecer justo antes del periodo.
Otro momento en la vida de la mujer en el que se presentan problemas de tránsito intestinal es el embarazo. El aumento de los niveles de la hormona progesterona ralentiza el proceso digestivo. Además, a medida que el embarazo avanza, el útero va presionando cada vez más el recto, y como consecuencia los alimentos tienen más dificultades para pasar.
Después del parto también es usual padecer problemas intestinales. En el periodo postparto los músculos abdominales están más dilatados y son un poco menos eficaces. Asimismo, las hemorroides también juegan un factor importante. Tanto en el embarazo como en el parto se incrementa la presión anal, por lo que es muy probable que aparezcan. Las molestias que provocan tras el parto hacen que la mujer retenga las deposiciones, de forma involuntaria, debido al miedo a ir al baño.
Las consecuencias de sufrir este síntoma son sensación de hinchazón en la zona abdominal, gases, malestar, e incluso, dolor. Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), el estreñimiento afecta a gran parte de la población. En concreto, entre el 12 y el 20% de los españoles padecen este síntoma, siendo más frecuente en las mujeres.